jueves, 23 de mayo de 2013

El Sermón de la Discordia







Erase una vez una familia que reunía periódicamente a sus componentes para sentarse a la mesa, dialogar y comer. No siempre había concordia al ordenar a los comensales. Unos, por razones dispares, pretendían ser colocados a la diestra del Padre. Otros, los más, aceptaban mal que bien esa situación que siempre, siempre, causaba una cierta conmoción.

Llegó un día en el que los alimentos menguaron y, el banquete que antaño permitía elegir platos exóticos, se convirtió hogaño en un menú que no solo tenía menos alimentos sino que éstos eran iguales para todos.

Uno de los hijos mayores, bajo la premisa de que "yo trabajo más y aporto mucho", quiso hacer valer su cuestión diferencial, ante el cabreo del resto de sus hermanos. 

"Queridísimos hijos", dijo el Padre: "La familia que come unida permanece unida". "Unidad, eso es lo que importa". "No permitamos que una simple cuestión rompa la unión familiar".

"Esto no es justo", protestaron muchos de los comensales. "La comida es sagrada". 


¿Y qué fue lo que pasó?. No lo sabemos. El banquete no ha terminado, pero lo que sí es seguro es que nadie va a salir contento de la Casa del Padre.


Nota: "El que tenga oídos que oiga", (Mt. 13. 9)


5 comentarios:

  1. Bueno Jerónimo… casi nos metemos en la parábola del hijo pródigo, solo que allí no se daban las mismas circunstancias que las que has pintado tú en tu “Sermón de la discordia”.
    Podría, incluso, ser aceptable la comparación si el hijo del que tú hablas tuviera verdadera intención de quedarse y de luchar por el bien del padre y la familia, pero me temo que no van a ir por ahí los tiros. Antiguamente en la casa del padre se respetaba, sobre todo a la hora de la comida, el tiempo y la puntualidad, repartía el padre o la madre pero no se empezaba hasta que el padre no estuviera sentado, él cortaba el pan, él era el primero en ser servido y a partir de ahí lo eran los hijos mayores porque solían ser los que más aportaban con su trabajo y esfuerzo personal a la familia; incluso en algunas comunidades existían, creo que aún siguen, los “Mayorazgos” (El hijo mayor heredaba todo para no dividir la fortuna familiar), los hijos menores, que no aportaban tanto, obtenían otro tipo de prebendas, se les entregaba a la Iglesia, al ejército o se les trataba de dar carrera. Todo estaba basado en el respeto al padre y a la familia.
    Hoy me temo que, para bien o para mal, la cosa ha cambiado y es tal la forma que ha adquirido, que se pretende primar más el derecho a la igualdad que el proyecto común o de la comunidad, Sin embargo la familia se compone de seres humanos y por tanto imperfectos: Unos son más inteligentes, otros más trabajadores, los hay serios y los hay simpáticos. En fin, hay que tratar de dar a cada uno lo suyo – Trabajo del Padre – para que todos funcionen.
    He escuchado, y con mucha atención a Alicia Sánchez Camacho, decir que el Gobierno de Cataluña formado por determinado partido y determinado presidente, no es - ni mucho menos - el conjunto de Cataluña, le he escuchado decir que los catalanes consideran de mucha transcendencia el haber compartido 500 años de historia, que en sus cálculos no cabe una Cataluña sin España y que es muy de agradecer que en España se tenga en cuenta a Cataluña con su diversidad y sus diferencias pero integrada en el conjunto español. Es cierto, y a mí me fastidia más que a nadie, que existen las diferencias y que no se pueden tratar igual a comunidades cuya aportación presenta un diferencial considerable dentro del conjunto. Sin embargo la mala actuación política que se ejerce tras el pago diferencial conlleva, en la mayoría de las ocasiones, que haya ciudadanos de distintas clases (sueldos de maestros, médicos, etc.) y es ahí donde debería de actuar la cordura y el buen gobierno. Tendríamos que conseguir que justificadas las diferencias…, todos nos pudiéramos beneficiar en la misma medida de esa diversidad. – Cataluña aporta el 20% del PIB y es muy importante pero qué hubiera sido si no hubiera contado con la mano de obra andaluza o de otras regiones, así como con las materias primas que se les han aportado (Aceros, algodón, lana, etc.) amén de otros instrumentos productivos más sutiles. Por tanto las diferencias están, bajo mi punto de vista, justificadas siempre que las Comunidades beneficiadas tengan en cuenta que el resto también lo pasa mal, que el sacrificio ha de ser de todos y por todos porque formamos un conjunto que ahora, más que nunca, tiene que llegar a buen puerto.
    Cataluña es España porque así lo pensamos todos los españoles, catalanes incluidos, y no podemos dejar que un personaje circunstancial y temporal se cargue todo lo que significa la integridad y la unidad de un país proyectado hace más de quinientos años, con un desarrollo muy largo todavía y en el siglo XXI. Tenemos que evitar bailar al son de la sardana porque eso es lo que está deseando el “personaje” para poder justificar ante los que no piensan igual que él, que la ruptura y el independentismo es lo que necesita el país Catalá.
    Saludos.

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  2. Interesante el comentario e interesante el post. Una empieza a tener ya un empacho de todo esto. Una que siempre ha vivido al margen del politiqueo y que el asunto catalán lo ha visto siempre con una mirada tranquila, no crispada, empieza ya a cansarse. Todo esto de que si me das dinero me olvido un tiempo del independentismo. Esas acciones estridentes de pedir que sea el pais más centralista de la Unión Europea, Francia, la que se encargue de ls seguridad de sus fronteras y su espacio exterior. Ese victimismo reiterativo ya va superando mi tranquilidad y he tomado la determinación de aparcar todo este circo, lo malo es que no me dejan. El goteo constante de noticias te está recordando día a día que eso es lo importante, no la pobreza ni el descalabro de nuestro pais. ¿Habrá concordia algun día?.

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  3. Deberías cuidar más tus contenidos. Los que seguimos tu blog desde hace tiempo vemos que tienes asociado un blog amigo, El mon está boig, al que parece que no le ha gustado tu rermón. Su réplica tiene una buena dosis de humor pero falla por su misma base. Eso de que el hijo mayor es el que más trabaja es una falacia. Fíjate tú que han conseguido trasladarlo a los adjetivos de cada zona: catalán trabajador, gallego tacaño, andaluz fulero, etc... Los que andamos por el mundo sabemos que eso es mentira y en este caso una doble mentira. Ni el catatán es el más trabajador ni el que más aporta y eso de que se le deben sumas y cantidades ya viene de antes del diluvio. Lo dicho, cuida más tus contenidos o te vas a quedar sin amigos

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  4. En el blog "el mon està boig" no se dice nada del hijo mayor. Jerónimo no menciona a Cataluña.Tampoco lo hace el otro bloguer. Aunque ambos post me traen un sabor a paràbola si bien con diferentes ensajes. La pregunta final de ambos es lo preocupante.
    Por cierto fulero aplicado a los andaluces no lo conocia pues

    fulero, ra.
    (De ful).
    1. adj. Dicho de una persona: Falsa, embustera, o simplemente charlatana y sin seso.
    2. adj. coloq. Chapucero, inaceptable, poco útil.

    Casualmente ayer alguien escribió:
    Ver el blog:
    http://eduardogarzon.net/somos-los-andaluces-poco-productivos/




    Xosé Manoel Blanco Saavedra.

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  5. Jeronio, no se que pasa con la edicion e comentarios en tu blog desee un tablet (ipad en este caso) no hay forma e corregir los errores de mecanografia.



    Un saludo


    Xmbs

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