La "Marató de la TV3", veinticuatro horas dedicadas a recaudar dineros para la ciencia, para las enfermedades cardiovasculares.
Curiosamente el evento es un invento del pujolismo de los años noventa, cuando con una mano la familia del otrora "Molt Honorable" se dedicaba a trincar, y con la otra a dirigir la orquesta desafinada de unos músicos a sueldo. Las masas, con las mejores intenciones, participaban con entusiasmo y abnegación.
A día de hoy, son muchos los que piensan que habría que quitarle la piel al bicho y luchar por una continuidad renovada. Choca constatar que si los Pujoles donaran el veinte por ciento de las cifras trincadas, desfalcadas y emigradas, la Marató tendría fondos para un decenio.
(Sostres dixit), en parte. El resto es cosecha propia.