domingo, 23 de junio de 2013

Adelgazar


Adelgazar: mucho más que una palabra, mucho más que un vocablo o un término. A día de hoy, cuando uno dice adelgazar, se refiere a una cuestión estética - sobre todo - y a una cuestión de salud.

Dicen los que saben o viven de la cuestión que hay dos sendas para adelgazar: una radical, la quirúrgica. La otra mucho más recomendable ya que sobre ella gira un imponente negocio, la correspondiente a un régimen de comidas combinado con ejercicio físico.

Lo he leído por ahí: ejercicio + sana alimentación + equilibrio hormonal. Claro que un buen amigo lo resume a su manera: "todo eso son mariconadas, para adelgazar lo que se tiene que hacer es no ahorrar". ¿Y eso?. Pues parece que sí. No guardarte para ti lo que las ingestas llevan. Si cobras mil calorías deberás gastar esas mil o incluso alguna más. 

¡Qué cosa esto del adelgazamiento!. Cuanto más queremos adelgazar nuestros cuerpos más engordamos, y de qué manera, nuestra administración. 

Parece que el actual ejecutivo quiere adelgazar lo que entre todos hemos engordado a base de gastos, excesos, despilfarros, dispendios y derroches. Hemos creado un cuerpo deforme al que ya ni se le ve la cabeza. Su inmensa barriga ha ido engullendo lo que en otro tiempo era un cuerpo robusto, ("rebusto" que decía el de mi pueblo).

El Presidente Rajoy presentó en la Moncloa la denominada "Reforma de las Administraciones Públicas", con más de doscientas propuestas para conseguir que éstas, (las administraciones), sean "más austeras, más útiles y más eficaces". Las duplicidades o multiplicidades se llevan por delante una buena tajada de este endemoniado guiso. ¿Podrá hacerse ésto sin destronar a caciques y súbditos?. ¿Podrá llevarse a efecto sin morir en el intento?. No lo se.

Entre tanto, ando preocupado porque en una grieta de la terracilla de mi casa ha salido un tímido brote verde.

lunes, 10 de junio de 2013

Aforados







"El alcalde de Marinaleda (Sevilla) y diputado autonómico de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, no será detenido por su condición de aforado y solo recibirá una citación judicial por su implicación en los asaltos a dos supermercados en Sevilla y Cádiz, han confirmado a Efe fuentes de la investigación".


He puesto una imagen quijotesca, propia de nuestro "sanchopancista" país, aunque lo justo sería poner esas otras que afectan a políticos con pedig y a estafas descomunales.

Se dice que en España hay más de DIEZ MIL personas aforadas. ¿Y esto que quiere decir?. Quiere decir que todo ese montón de detritos o despojos tienen en la práctica un tratamiento judicial diferente. Curiosamente, y me llama la atención, en ese enorme conglomerado no está el Príncipe de Asturias ni la Reina de España, aunque sí el Rey. ¡Qué cosas!, ¿verdad?.

Pero oígame usted, esto será algo habitual en las democracias occidentales, ¿verdad?. Pués parece ser que no. Por poner un ejemplo, en los Estados Unidos no existe la figura del aforado y todo ciudadano es igual ante la ley.

Es la Constitución la que consagra y ampara este disparate. Ahora entiendo toda esa batería de argumentaciones para mantener la Carta Magna incólume. ¡Esto no se toca!.

No sigo. Se me ha acabado la batería