<<..Quiero fer una prosa en roman paladinoEn cual suele el pueblo fablar com su vecinoCa no son tan letrado por fer otro latino,Bien valdrá como creo un "vaso de bon vino"..>>
Estas cuatro estrofas, muy conocidas, representan los albores del nacimiento del español y se asignan con seguridad a Gonzalo de Berceo, nacido a finales del siglo XII y cuya larga y fructífera vida se desarrolló en el XIII, llegando a vivir 67 años.
No es intención de este errático blogero dar lecciones históricas sobre la figura del primer poeta español en lengua castellana, ni siquiera hablar de los "versos alejandrinos" o de la "cuaderna vía". ¡ Vive Dios que no !. Viene todo a cuento de la mención del "vaso de bon vino".
Hace unos días, acompañando a un buen amigo, Manolo, (no el de los entresijos, aunque ambos son madrileños), hasta Peñafiel, tuve la oportunidad de degustar unos tragos de buen vino, en una vieja bodega bajo la mole del castillo de Peñafiel, hoy sede del Museo del Vino.
Carlos Hernández Ojosnegros, castellano recio, amigo de sus amigos y "facedor" de un vino tinto excelente, el mejor vino que uno pudiera beber, tuvo a bien invitarnos a probar sus tesoros enológicos, dormidos en la penumbra de una bodega milenaria y seguramente comunicada con el propio castillo. Así fue como accedí al tinto joven, aún en plena fase de madurez y desarrollo, y al vino de la cosecha anterior, redondo y pleno.
A la puerta de la bodega, (en el interior hacía frio), Carlos, su hijo Gustavo, Manolo y este prejubilado vagabundo en busca de la felicidad, dimos buena cuenta de un par de jarros de a litro y medio, acompañados por un queso castellano aromático y un pan de la tierra, prieto como piel de monja novicia.
¡ Gracias Manolo por acercarme a tus amigos y a su generosidad y gracias a tí, Carlos, por tu cálida hospitalidad y acogida con un extraño !. Fue una tarde que guardo en la mochila de mis emociones.
Comentarios
Yo, otra vez. El otro día me regalaron una botella de un vino sorprendente. Se trata de todo un medalla de oro 2006 en Bruselas: Olvena Hache 2004. No es un un ribera ni un rioja. Es un somontano y te lo recomiendo.
¡ De nada !
¡ De nada !
El Infante Don Juan Manuel, señor de Peñafiel, seguramente bebió los buenos caldos de la tierra del Duero.
¿ Conoces esa vieja poesía de juglares que dice...?:
"Mi razón aquí la fino
e mandat nos dar vino".
El vino ha estado presente con el género humano desde Noé y mira que ha llovido, (jo, me ha salido sin querer).
Me ha gustado tu post.
Un abrazo.
¿ Conoces esa vieja poesía de juglares que dice...?:
"Mi razón aquí la fino
e mandat nos dar vino".
El vino ha estado presente con el género humano desde Noé y mira que ha llovido, (jo, me ha salido sin querer).
Me ha gustado tu post.
Un abrazo.
Que envidia sana me das compañero de camino, lo que daría yo por compartir un vaso de bon vino en Peñafiel en una encantadora bodega.
Me comprometo a preparar el cordero lechal si tú nos invitas a un buen vaso de bon vino.
Te recomiendo que incorpores el gadget denominado Seguidores que puedes insertar a través de la pestaña denominada Diseño en la configuración de tu Blog.
Te invito a visitar mis fogones que podrás localizar en el blog denominado: Gastronomía en Verso.
Un abrazo desde A Coruña y muchas gracias por esta deliciosa entrada en tu blog.
Me comprometo a preparar el cordero lechal si tú nos invitas a un buen vaso de bon vino.
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Un abrazo desde A Coruña y muchas gracias por esta deliciosa entrada en tu blog.
Conozco ese vino: Olvena Hache 2004. Parece como si solamente existiesen el Rioja y el Ribera y la verdad es que tenemos en este país unos caldos de gran calidad.El Somontano es una denominación con un gran futuro
