miércoles, 16 de mayo de 2007

La "nefasia"

Siempre que viajo a León, y lo hago a menudo, disfruto de la capital imperial, de las viandas y de los amigos belicosos que tengo repartidos por sus calles y sus esquinas. Primero era por razones laborales y ahora por otras razones, entre ellas porque me gusta León y me lo pide el cuerpo.

En el viaje del viernes pasado día 11, fecha en la que mis compañeros bercianos y leoneses me agasajaron y me trituraron hasta el útimo pliegue de esta vieja piel de cabreirés, busqué y hallé tiempo para visitar a mi viejo amigo, entrañable contertulio, conversador impenitente y poseedor de unos conocimientos inmensos,  fruto de su edad y de su intensa e insatisfecha curiosidad. Estoy hablando de D. Licinio.

- ¿ Otra vez por estos pagos, Jerónimo ?

- Pués si, D. Licinio. Ya sabe Vd. que me gusta León y sus gentes.

- ¿ Tan mal le tratan en la ciudad del Pisuerga que tiene necesidad de buscar el aliento de estas gentes del Bernesga y el Torío ?.

- ¡ No sea Vd. mal pensado, D. Licinio, me tratan bien en Valladolid y me encuentro a gusto en aquellas tierras castellanas, con sus trigales ondulantes y sus atardeceres melancólicos bañados por un sol cansino !.

- ¡ Vaya !. ¡ Otra vez su vena poética y sus ensoñaciones !, ¿ eh..., Jerónimo ?.

- No empecemos D. Licinio. cada uno es como es y Vd. me conoce bién !

- Hablando de Castilla, ¿ sabe Vd. lo que es la "nefasia" ?.

- ¿ La nefasia ?. ¡ Ni idea, D. Licinio !. ¿ No me estará Vd. gastando una de sus bromas ?.

- ¡ Tan ignorante como siempre....!  ¡ Se va a llevar Vd. una sorpresa, Jerónimo !. ¿ Qué tal si le preguntamos a Remigio, el quiosquero del chaflán, que aunque corto de entendederas tiene unos conocimientos mejores que Vd. ?.
Y sin tiempo para responder, nos encaminamos hasta el quiesco de Remigio, verdadero prodigio de desorden ordenado y de chucherías variadas, meta deseada de los niños del barrio.

- Vamos a ver, Rimigio, dile a Jerónimo qué es la "nefasia".
Y Remigio, con su boca desdentada, sus cuatro pelos ralos de barba incipiente y su cabeza desproporcionada en un cuerpo mal facturado, contestó con aplomo y seguridad:

- ¿ Cómo ? ¡ Eso lo sabe cualquiera !. La nefasia es una "burbuleta" que anda por los campos y se come los sembraos....!.
Y D. Licinio, con sus cara de guasa y sus ojillos picarones y vivaces,  remató la faena.

- ¡ Ahora va a resultar que tampoco sabe Vd. lo que es una "burbuleta" !.

- Eso no, D. Licinio !. Una "burbuleta" es una mariposa. Así la llaman en mi tierra, la Cabrera, y en otras zonas leonesas.

- ¡ Pués ya lo sabe Vd., Jerónimo !. La "nefasia" es una mariposa que arruina los campos de cereal, tan comunes en sus tierras castellanas. Por cierto, ya que tenemos aquí a Remigio, ¿ sabe Vd. lo que es el juego de cartas denominado el "remigio" ?.

- ¡ Ha pinchado Vd. en hueso, D. Licinio !. El "remigio es un juego de naipes similar al "chinchón", pero más canalla y complicado.

-  -------------¿¿¿???
Y D. Licinio, orgulloso como siempre, soberbio como la madre que lo parió y más tieso que un palo seco, sin dirigirme la palabra, se ausentó con paso firme, perdiéndose entre las callejas cercanas a la calle Matasiete de la plaza San Martín.

http://jeronimocarrera.blogspot.es/img/Leonmatasiete.jpg 
(Fotografía del autor del blog. Calle Matasiete entrada plaza Mayor de León)

Comentarios

D. Licinio tiene razón. He aquí una información que rueda en internet a propósito de la nefasia:

Nota de ASAJA-Valladolid
La plaga de nefasia está causando estragos en la provincia de Valladolid, un año más, provocando, según las previsiones, una pérdida del 20 al 30% de los cultivos. Un balance absolutamente negativo si tenemos en cuenta los datos del año pasado, que supusieron la pérdida de alrededor del 15% de la cosecha de cereal.

Los agricultores de la comarca de Medina del Campo en su zona sur se han visto sorprendidos estos días, al comienzo de la cosecha, por la virulencia del ataque de la nefasia este año, que ha cubierto los campos de cereal de densas nubes de mariposas que nacen de las plantas afectadas por las orugas de este insecto, una vez atrofiada la espiga.