Alias Zotes
Nace el Padre Isla, (José Francisco de Isla), en Vidanes, (província de León), en el año 1703. Eran los primeros años del primer Borbón en España, Felipe V, denominado el "Animoso". Y vive, hasta su muerte en Bolonia (Italia), en 1781, siendo rey de España el tercer hijo varón de Felipe V, el denominado "el Político": Carlos III. En ese plazo de tiempo, de gran trascendencia en nuestra historia, le tocó gobernar al rey "Prudente", Fernando VI, que se casó en Badajoz, (¡ quien lo diría!), con Bárbara de Braganza. Aunque se le conozca por el "Prudente" o el "Justo", le dió tiempo a autorizar y firmar la "Gran Redada", para la persecución y desaparición de los gitanos. Tal vez no sea preciso mencionar al casi desconocido, históricamente hablando, Luis I de España, ya que con sus 229 días de reinado, pasó a ser el más efímero de la historia de España. La viruela fue la culpable de su brevedad.
Cuando uno dice "zotes", se puede interpretar de varias maneras. En lo que a mi respecta, si alguien me dice eres un "zotes", entenderé que me llama "zoquete", "tarugo", "mendrugo", "memo" o incluso "ignorante". Zotes, no obstante, es también un sencillo y animoso pueblo del páramo leonés. Y en mi errática existencia Zotes es así mismo el apellido de un buen amigo, - Octavio Fernández Zotes - médico pediatra jubilado y poeta, casado con Pilar y facedor de unos versos que uno puede encontrar en sus libros editados por Hontanar, en Ponferrada.
Se ha dicho que el "Fray Gerundio..", es la novela más importante del siglo XVIII español. Una sátira contra la ignorancia ramplona del momento.
Escrita por el Padre Isla, en una buena parte, en las soledades de la Colegiata de Villagarcía de Campos, (en donde estudió Jeromín o Juan de Austria), y que puedo visitar hoy en mi proximidad geográfica, vió la luz editorial en una primera tirada en el año 1758. La Inquisición, atenta y despiadada, prohibió, al mes escaso, la obra por contener "sediciosas y malsonantes proposiones, priarum aurium ofensivas".
Hasta hace menos de un mes solamente conocía una persona que hubiera leido completamente la "Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes". Me refiero a mi viejo profesor de Lengua y Literatura don Ceferino. Hace quince días, sentado a una mesa en la Hacienda de la Bañeza, con unas alubias de reñón a la bañezana y unas manos de ministro picantonas, conocí a un segundo lector íntegro de la obra. Se trata de mi amigo Santiago Fuertes, que me obsequió con unos sacos de alubias "auténticas", en su versión de blancas y pintas.
Otro amigo, cuyo nombre no diré aunque me hagáis cosquillitas en los piés, me regaló el Fray Gerundio, en una vieja y lustrosa edición. No quiero pensar que lo hizo para martirizar mi menguante ingenio. La única condición impuesta fue que debía leer la obra y "filosofar" sobre ella en nuestro próximo encuentro gastronómico, en el Labrador, ese prodigio del buen yantar, creado por Cecilio y su esposa en el triángulo de tierra de Campos, entre las provincia de Zamora, Valladolid y León: Castroverde de Campos. El menú a degustar, salvo alguna sugerencia de ultima hora, girará alrededor del escasísimo "Pichon" de estas tierras, con la gloriosa tarta de queso y un vino, que esta vez será de Toro.
Comentarios
Tus posts en buena parte incluyen contenidos relacionados con el buen comer y el buen beber. Se nota que te gusta y que disfrutas con ello
Amigo Jeronimo, ya son tres losamigos que hemos leido el libro Fray Gerundio de Campazas y además te dire que he vistado ya dos veces la villa de Villagarcia de Campos, la famosa Colegiata y la celda en donde Fray Gerundio escribio su obra.
Merece la pena visitarlo y contemplar la Colegiata.
Un abrazo campeón.
Merece la pena visitarlo y contemplar la Colegiata.
Un abrazo campeón.