miércoles, 3 de septiembre de 2008

Un par de huevos fritos

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Lo reconozco. El placer de una buena mesa es algo a lo que me cuesta resistirme. Siempre digo que yo estoy gordo porque me gusta comer, no por causa de desarreglos hormonales y similares.

Un almuerzo placentero y dificilmente superable es un par de huevos fritos, uno por uno, en sartén de hierro fundido de  fondo estrecho, con sus puntillitas. Si los huevos son de corral, recién puestos, con ese color amarillo caraterístico,  la cosa toma sendas inconmensurables. Y si a esos huevos fritos les añades una pizca de pimentón, sin pasarte, puedes llegar a la cima de la montaña.

Puestos a la mesa, acompañados de una hogaza de pan de "León", con su buena molleta para mojar, dejas que las papilas gustativas se recreen en la jugada. La botella de Vega Sicilia descorchada hace un cuarto de hora, con el tiempo escaso para una conveniente y provechosa oxigenación, te pide los primeros sorbos.

Es este un acto casi religioso, que debes hacer en compañía de pocos y muy buenos amigos. No es momento de grandes y profundas charlas. Tampoco de guasas y bromas. Es un momento de disfrute "solitario pero en compañía".

Ya habrá tiempo para los brindis, los ofrecimientos y las dedicatorias. Cada cosa en su momento.

Este monumento gastronómico es perfectamente posible. Si no tienes Vega Sicilia valdá otro vino, no un "vinín" cualquiera - que conste -, un buen vino tinto de Ribera, Rioja o similares. Y sobre todo en la compañía de un puñado de amigos que sepan respetar los silencios y recrearse en lo sublime.

Comentarios

Gracias por tu buena receta. Yo te regalo un refrán de la sabiduría popular:

“El huevo de hoy, el pan de ayer y el vino de un año, a todos hacen provecho y a ninguno daño”.

Como ves coincide en muchas cosas con tus indicaciones: huevos frescos y vino "asentao", (hoy diríamos crianza o reserva), aunque no sea Vega Sicilia.

Salud !

Querido Jerónimo:
Sabes bien cómo pienso y en esto en particular, no hay nada como ponerle a la vida "un par de güevos".
Saludos

Con FARINATO...solia comerlos yo, en muchos viajes a Ciudad Rodrigo, junto con nuestro comun amigo David, sin miedo al colesterol...
un saludo