lunes, 13 de octubre de 2014

Estrabismo




Un poquito de por favor, que me estoy gastando mis escuálidos y menguantes ahorros en visitas al oftalmólogo, parches oculares y anteojos bifocales. Y todo por esta locura informativa desatada con las tarjetas de crédito opacas de Caja Madrid y Bankia. Me niego a seguir leyendo la prensa y a la vez mirando con el rabillo del ojo las noticias televisadas, mientras la radio vomita datos y cifras.

¡¡Y pensar que ese tal Rodrigo Rato, de la alta alcurnia, casi llegó a presidirnos!!. Se me ponen los pelos como escarpias solo de pensarlo. 

Ochenta y seis directivos de Caja Madrid y Bankia, con sus tarjetas opacas, gastando desenfrenadamente en Mercadona, (¿tendrán comisión?), en el Corte Inglés, (¡seguro que sí!), masajes, viajes, comilonas, puticlubs y varios más. Con la Caja de Ahorro y Despilfarro contra las cuerdas y los pobres timados con las Preferentes, millones de euros gastados y desviados de toda fiscalización. Una locura, una aberración, un desvarío, una sociedad narcotizada, un poder que se cree inmune e impune y un virus mortal, peor que el ébola, extendido entre políticos, empresarios, sindicalistas, personal de la Casa Real y gentes de toda calaña y condición.

En esta borrachera colectiva, en este marasmo, acompañando a un Rato con pedigrí, a un Blesa compañero de pupitre de Aznar y otros ochenta y cuatro chorizos más, (¡presuntos, no vaya a ser queee...!), tienes a los dos grandes sindicatos, CCOO y UGT, con líderes dimitidos y otros encausados como el asturiano ugetista Fernández Villa, con su bigotín hitleriano y su pañuelín atao al pescuezo. Lo conocí en Rodiezmo (¡vaya, ya me he descubierto yo sólo!).

En este cochino país, lleno de ladrones y adormilados, roba el rico y roba el pobre, y sin robar nadie pasa.