"Diálogo de Besugos", alguien (Armando Matías Guiu) dejó dicho que La política es, a veces, como un “diálogo para besugos”. Nadie dice lo que
piensa; Algunos, no piensan lo que dicen; aquellos, piensan y no dicen; éstos,
nadie sabe lo que piensan; de los de más allá uno piensa que piensan, pero ellos
no piensan que uno piensa . Uno, en su simplicidad, no puede estar más de acuerdo.
Hoy, jueves día 3 de enero, me ha tocado viajar a Aranda de Duero y, entre visitas a hospitales, farmacias y centros médicos escuché en las salas de espera conversaciones de todo pelo. Es curioso. Las salas de espera de nuestra sanidad son lugares de asepsia mental gratuita. La gente se vuelve locuaz y parlanchina en estos sitios. Allí escuche el tema del euro por receta en Madrid y que pronto llegaría a Castilla y León. Que los 400 euros a los parados de larga duración, a los desheredados y a punto de entrar en la miseria más miserable, se les iban a prorrogar. Que los mercados internacionales habían aflojado la presión sobre España. Que a este paso la ansiada recuperación económica llegaría en un par de años. Que este gobierno le iba a poner a Gibraltar las cuentas claras. Que la Cospedal, a parte de rebajar las prestaciones sociales de Castilla La Macha, ganaba un "guevo y la yema del otro". Que, ¡menos mal! que este gobierno, sin hacer ruido, había conseguido rebajar las muertes por accidente en las carreteras españolas. Qué....
Y aquí se lió. Alguien dijo que si en "las carreteras españolas se incluían las catalanas y las vascas". Y se armó el belén. Que no, que las estadísticas en Cataluña iban al margen y que en el País Vasco sucedía o iba a suceder los mismo. Que no hay derecho. Que este es un país roto por los separatistas y extremistas. Que patatím, que patatán.
Un diálogo de besugos. Un guirigay que es el fiel reflejo de lo que uno ve en la televisión, escucha en la radio y lee en la prensa.
Y volví a recordar el "Diálogo para Besugos de Matías Guiu" y copié uno de sus diálogos desafinantes:
− Buenos días.
− Buenas tardes.
− ¿Tienen ustedes violines desafinados?
− ¿Cómo desafinados, oiga? Es la primera persona que
pregunta por violines desafinados. Si los toca, van a parecer una
gaita.
− Es para mi sobrino.
− ¿Le cae gordo su sobrino?
− No. Pero el pobre desafina cantidad musical, y así, con un
violín desafinado, podrá darle la culpa al instrumento.
− ¡Qué buena idea! ¿Es suya?
− Sí, y en casa tengo más............
Y digo yo, ¿tendrá cura este país?. ¿Nos iremos a tomar por el saco?. Depende. ¿De qué depende?. Posiblemente más de los de fuera que de los de dentro. El "abismo fiscal" de los EEUU y la firmeza del mercado alemán nos van a marcar la pauta.
Bueno, siempre nos quedará Amancio Ortega, nuestro empresario estrella, que ha conseguido situarse en el ranking de los CUARENTA MAS RICOS DEL MUNDO con un honrosísimo tercer puesto, solamente superado por el eterno Bill Gates y ese mejicano que nadie sabe a lo que se dedica, llamado Carlos Slim. Un Amancio Ortega con una fortuna que pronto superará el PIB de un país al que llamaban España.