Día 6 de mayo de 2007. Día de la Madre:
En las horas de este día he tenido sentimientos encontrados. Por un lado el recuerdo permanente de mi anciana madre, Lidia, sola en su casa, (ella nos ha pedido estar en su casa), en la mantaña de la Cabrera. Por el otro la madre de mi hijo, mi esposa, en nuestra casa de Valladolid.
¿ Debí buscar una buena escusa y acercarme a pasar el día con mi madre ?. Ella va a cumplir 82 años. Tiene la cabeza bien amueblada y, aunque con su fijaciones, mantiene un envidiable equilibrio. En definitiva es como siempre fué.
Me cuesta muy poco recordar sus caricias. Aún hoy le encanta besarte y acariciarte. No han pasado muchos años en los que disfrutaba, y yo aún más, lavándome el pelo, secándome con la toalla puesta al sol para que conservara el calor.
Dicen que cuando uno llega a la senectud y le falla la memoria, recupera con intensidad la figura de la madre. Yo recuerdo bien a mi padre en sus últimos días suspirando por su madre.
Perdóname, madre, por no haber tenido la decisión de escaparme a esas montañas y pasar el día contigo.
Yo tengo una dulce madre,
concediéramela el cielo,
más tierna que la ternura,
más ángel que mi ángel bueno.
(discúlpame Rosalía por cambiar tuve por tengo)
Ya se que he puesto este cante popular gallego en otros post, pero no resisto la tentación de repetirlo. ¿ Por qué será que me cuesta tan poco manifestar mis íntimos sentimientos en la lengua de Rosalía de Castro ?:
Miña nai, miña nanciñacomo miña nai ningunha,que me quenta a cariñaco calorciño da sua.
Desde la distancia. Desde este medio tan ajeno a tu entorno, te mando madre todo mi cariño y mi amor de hijo.
Comentarios
Como madre me he emocionado al leer tu comentario. No te hagas reproches. Nuestra vida es como es y debemos hacernos a ella. Estoy segura que tu madre esta orgullosa de un hijo como tu, yo lo estaría.
Un beso.
Marta Carrión
Gracias Marta por tu cálido comentario.