"Canis Lupus Signatus", este es el nombre científico del Lobo Ibérico, hermoso animal de la subespecie del lobo:
Desde niño tengo grabada en la retina su imagen majestuosa, sus andares cautelosos, sus costumbres ancestrales. En mis oídos resuenan aún sus aullidos en las noches invernales. Soy un privilegiado, lo reconozco.
Pero no todo era equilibrio ni armonía. El lobo siempre fue un animal temido, respetado y a la vez odiado. Sus ataques a los ganados, sobre todo a los rebaños de ovejas, aunque también a las majadas de las vacas, producían pérdidas dolorosas y muy costosas. Había muchos lobos, incluso podríamos hablar que demasiados. Claro está, hablamos de la Cabrera leonesa, una comarca profundamente marcada por la presencia del lobo, enclavada entre las sierras de los Ancares, de la Culebra y de los montes de León. El epicentro, entonces y hoy, de la mayor presencia de lobos.
Luego vinieron años y circunstancias que limitaron y frenaron la densidad de este bello animal. Aún así, en la Cabrera siempre hubo lobos. Félix Rodríguez De La Fuente consiguió concienciar a la sociedad de la importancia de este animal y de su peligro de extinción.
Pero a fecha de hoy, ¿ que pasa con la población de nuestro lobo ibérico ?. ¿ Sigue en peligro de extinción ?. Rotundamente no. Su poblamiento se ha recuperado de manera exponencial. Bien es verdad que hablamos de un territorio en el que se ubica más del 80% de los lobos de nuestro país. Hablamos de Castilla y León, una parte importante de Galicia: Ourense y Lugo sobre todo, Asturias, salvo en su litoral y buena parte de Cantabria. Al norte de Cáceres en algunas zonas de Toledo y Ciudad Real se recupera de año en año. Y en Sierra Morena, aunque en menor proporción.
El lobo ya no está en peligro de extinción, parecen estar de acuerdo los técnicos de las Administraciones, las Asociaciones de distinto orden y los especialistas en la materia. Los que mejor lo saben y lo sufren son los ganaderos. En los tres años del 2007 al 2010, en Castilla y León, se han producido 4.731 ataques censados, (según los sindicatos agrarios han sido muchos más), con unas pérdidas cuantificadas en más de cuatro millones de euros. En estos daños no se incluye el concepto de "lucro cesante", como partos provocados por el estrés, abortos, pérdidas de producción de leche y otros conceptos más. ¿ Quién ha sufrido la pérdida en su totalidad ?. El ganadero.
Todo el mundo está de acuerdo en que el lobo es un bien nacional, propiedad de todos. Pero, ¿ y sus daños ?. ¿ No podríamos intentar que fueran cosa de todos ?.
En Castilla y León, atendiendo a un criterio de reducción de organismos oficiales, se han fusionado Fomento y Medio Ambiente en una sola Consejería. El Consejero Antonio Silván, mi paisano leonés, pretende reunirse con los líderes sindicales, después de más de cuatro años de silencio al respecto, para analizar la problemática de los daños del lobo en las explotaciones ganaderas.
Del Duero hacia en Norte el lobo es una especie cinegética, aunque muy controlada. Del Duero hacia el Sur no. ¿ Se puede conjugar el costo de la presencia e incremento del censo del lobo con unos beneficios dirigidos hacia los pueblos rurales de las zonas loberas ?. Tal vez si.