martes, 20 de febrero de 2007

En el año 2000, en mi segunda estancia en Valladolid, me adoptaron cinegéticamente hablando un grupo estupendo de personas, capitaneadas por un castellano recio, honrado y "amigo de sus amigos", al que conocemos cariñosamente como Chema. Ese mismo año, después de algunos avatares y cámbios de propiedad de la finca llamada "Jeromín", situada estratégicamente en los Montes Torozos, al lado de Villagarcía de Campos y su otrora famosísima Colegiata, noviciado de los Jesuitas y residencia temporal de D. Juan de Autria, hijo natural del Emperador D. Carlos I, llegamos a un acuerdo con la nueva propiedad para disfrutar la misma como coto de caza menor. Esta finca, denominada Monte "Jeromín", utilizada actualmente como cercado de ganado vacuno, tiene un pozo con brocal de piedra, que según la leyenda se utilizó en su día como punto de reunión para que se conocieran los dos hermanos. D. Felipe II quiso conocer en persona a su hermanastro, que vivía por decisión paterna en Villagarcía de Campos, con la familia "Quijada Ulloa", estando su educación encomendada a los Jesuitas en la mencinada Colegiata. De ese hecho viene la denominación de "Jeromín", referida al monte de robles y encinas, con espesas manchas de jaras, en donde se ubica el pozo. Todos sabemos que D. Juan de Austria ha pasado a la historia con el apodo cariñoso de "Jeromín". De ahí la relación de nombres y circunstancias. Me apena ver, cada vez que paseo por esta finca, llena de vacas y alambradas, el pozo cubierto de suciedad, lonas y desechos varios. En este caso, como en otros muchos, tiene razón el dicho de que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Escrito por jeronimocarrera el 12/02/2007 23:22 | Comentarios (0)

Es una mañana tristona, lluviosa, fría y con una humedad pegajosa. El paseo, entre los árboles desnudos, me transmite una tristeza de difícil percepción. A la soledad exterior se une una desgana interna que ayuda poco a dar un toque de calor a la escena. Y de pronto, en la calle que sale a mi izquierda,  me doy de bruces con él. Es un anciano enjuto, flaco, embozado en un abrigo raído y de un color entre gris y negro. En el fugaz instante en el que se cruzaron nuestras miradas pude detectar unos ojos apagados, acuosos y sin vida. Un mirar sin ver. Un futuro sin presente y, quién sabe, con un pasado olvidado por el abandono y la falta de ganas de vivir.

La impresión causada me hizo estremecer. Seguí sus pasos desiguales y torpes que tomaban la dirección de la Residencia de Ancianos de la esquina. Veo la Residencia desde mi casa y cada día paso por delante de la misma en mis paseos y recados. Pero nunca me había parado a meditar en las personas que la habitan, en las vidas de sus ocupantes, en los abandonos, en las miserias.

La vida actual nos lleva, con una longevidad progresiva, a la posibilidad cierta de ocupar algun día una plaza en una Residencia de las llamadas eufemísticamente de "La Tercera Edad". ¿ Llegaré a ser un anciano residente ?. Tengo actualmente 56 años y si la vida me lo permite, me corresponden algunas posibilidades de que sea así.

¿ Cómo será mi futuro ?. ¿ Tendré ilusión por ver la luz cada mañana ?. ¿ Disfrutaré con la brisa que sube del río en cada atardecer ?. ¿ O tal vez la niebla del alzheimer enturbie mi mirada y me impida una percepción de la realidad ?.

Buenos días tristeza !

Comentarios

Jerónimo, la tristeza es facil de verla. Quizas no nos apercibimos tanto cuando tenemos mucho en que pensar, pero seres como el que has descrito están ahí y hay muchos no solo viejos, también los hay jóvenes e incluso niños. Pero yo creo que lo tuyo más que tristeza es melancolia. y posiblemente morriña por una actividad perdida. Tienes que superarlo, ¡hay tanto para hacer!

Escribió Miret Magdalena, que ya rebasó la Tercera Edad y sabe mucho de eso, que lo importante es el camino, no la meta. Y tu de caminar sabes mucho y de disfrutar del camino también.

Creo que eso es lo importante, el resto vendrá como tenga que venir; pero mientras vas paso a paso, día a día, no pierdas la capacidad de asombrarte y de emocionarte. Ejercita tu imaginación y amplia tu sabiduría. Mantén activas tu inteligencia y tu memoria. Sabes como hacerlo. Eres un "veterano de guerra" que ahora tiene la obligación de disfrutar de la paz. Por cierto, más que merecida.

Y cuando tengas dudas o tu ánimo decaiga, busca fuerzas en tus seres queridos y en tus amigos, que somos muchos.


¡Que razón tienen tus amigos Nounou y Alberto!...la tristeza es consustancial con el ser humano y signo de que se es "sensible"...no tiene tristeza el inconsciente,ni el desalmado y esta bien darle aveces "los buenos dias"... nos hacer ser lo que somos HUMANOS.

Un abrazo (Te he añadido en mi blog-si no te parece bien...lo quito)

Federico García Lorca:

"Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte".


¡ Cuanta razón tienes, amigo Nounou !. La melancolía y la morriña campan a sus anchas por mi actual vida pero, me parece a mi, que tienen sus horas contadas. En cuanto comiencen mis planes universitarios y se vayan tranquilizando las aguas, todo volverá a tener sentido. Gracias por seguirme y comprenderme. Un fuerte abrazo.

Alberto, amigo, no sabía que me tenías controlado. Me ha hecho mucha ilusión. Da mis recuerdos a ese mar, esa tierra y sobre toda a esa gente. Un abrazo.

Fernando, me parece bien que me incluyas en tu blog. Un abrazo.

Mi querido Jero,
No tengo tiempo últimamente de pasarme por tu casa (ni por la mia!), exceptuando alguna fugaz visita matutina mientras me tomo el café... pero, dado mi lento despertar los mensajes no llegan a mi cerebro hasta que es demasiado tarde para poder escribir...
Pero bueno... Hoy, tras leer este post he querido dejar aun lado el trabajo (ya noto que vuelvo a dejarme absorber demasiado...fíjate, incluso en prácticas me traigo curro a casa) y mandarte un beso... Un beso acompañado de un pequeño comentario;

Tengamos la edad que tengamos, todos y todas de vez en cuando sucumbimos a la melancolía, e incluso a la inseguridad respecto a lo que nos depara el destino...
Qué miedo da lo desconocido ¿verdad?...

Pero ¡qué gustito! cuando nos levantamos al día siguiente renovados, con más fuerza, y reorganizamos nuestro plan de ataque... para hacer frente al día a día y conseguir nuevas metas.

Hasta las personas positivas y optimistas como tú se merecen un descanso de vez en cuando... claro que sí.
Tener días grises nos permiten distinguir y valorar los días soleados.

Un saludo.
Yuna


Adiós tristeza.
Buenos días tristeza.
Estás inscrita en las líneas del techo.
Estás inscrita en los ojos que amo.
Tú no eres exactamente la miseria,
pues los más pobres labios te denuncian
por una sonrisa.
Buenos días tristeza.
Amor de los cuerpos amables,
potencia del amor ,
cuya amabilidad surge
como un monstruo incorpóreo.
Cabeza sin punta,
tristeza bello rostro.

(poemas de Paul Eluard)

Otra vez:

BUENOS DÍAS, TRISTEZA
A veces llega la tristeza. Trae
las alas suaves de conformidades,
los ojos bajos y la piel desnuda,
y parece tan fácil entregarse,
despojarse, poner bajo sus plantas
el reino, los poderes y las armas,
el amor sobre todo, y esos últimos
retales que nos quedan de alegría.
A veces gana la tristeza; entonces,
qué lujo de matices su victoria,
qué fasto de sus grises y sus pardos
ocupándolo todo.
Buenos días,
-he de decir-, tristeza, aquí me tienes.

Josefa Parra "Alcoba del agua" 2002

Maravilloso cudro y muy interesantes comentarios.
Hay un aspecto que no se ha indicado y que merece la atencion.
La figura que representa a la Reina, lleva tambien todos los atributos tradicionales de Maria Magdalena, la mosca, la cabellera y sobre todo
r;l traje amarillento (reservado en la pintura germana y flamenca) a
las prostitutas. Esta coincidencia mereceria la pena analizarse mas
detenidamente. Un cordial saludo JULIO