jueves, 31 de julio de 2014

Do ut des

"Do ut des" es una locución latina que viene a significar "Doy para que me des".

Cuando he observado los resultados, por otra parte predecibles, de la esperada y desesperada reunión del President y el Presidente, me ha venido a la mente la locución o expresión latina, cuyo significado hubiera podido ser el hilo argumental de ese encuentro divergente. Tú me das y yo te doy. Pero no fue así. 

Había un President que para conseguir una cómoda y holgada mayoría de ochenta o más diputados convocó unas elecciones. El resultado fue un batacazo de órdago. Los esperados ochenta diputados se quedaron en apenas cincuenta. ¿Qué hacer?. ¿Reconocer el error y pasar el testigo?. Eso bien hubiera podido ser la postura de la lógica cuántica, pero no. El President en funciones pactó con un tal Oriol Junqueras, más que Jefe de la Oposición en Cataluña, verdadero president en la sombra e ideólogo del soberanismo. Y el discurso soberanista de ese tal Mas se ha ido modificando, radicalizando. Ahora ya no vale el plan B, ni la reforma de la Constitución. Ahora solo vale la independencia.

A este pobre blogger le asaltan un montón de dudas. A la vista del vengonzoso y prolongado fraude de Pujol y su familia a la hacienda pública, uno puede llegar a pensar que todo ello tenía un fin: poner un tupido velo.

Incluso, sin ser mal pensado, uno puede llegar a cavilar que el partido en el poder, que tiene su sede embargada a causa del tristemente famoso desfalco del Palau de la Música, busca con ahinco cerrarle la puerta al proceso judicial en curso. Una corrupción que a uno le hace recordar aquel tres por ciento, mordida conocida y reconocida por el entonces Maragall, de los contratos públicos que otorgaba la Generalitat. ¿No podría ser que toda esa corrupción fuera la punta de un iceberg?. Y digo yo, con los corruptos cercados por la Justicia, ¿el desafío soberanista no sería la solución definitiva?.

Como le he tomado apego al latín, he aquí otra locución que viene al caso: "cui prodest scelus, is fecit", siendo nada menos que Séneca quien la pone en boca de Medea: "Aquel a quien aprovecha el crimen (es un decir) es quien lo ha cometido", aunque a fecha de hoy es más utilizada, sobre todo en el estamento jurídico, esta otra resumida, "¿cui prodest?": "¿a quién aprovecha?".

viernes, 11 de julio de 2014

Maniqueismo





Voy a olvidarme del filósofo Manes y su doctrina, dando por buena la acepción universalmente usada de utilización de posturas extremas, sin ningún tramo intermedio, siendo solamente válido uno u otro, el bien o el mal. De este modo el maniqueismo vendría a ser ese concepto que pretende invalidar al contrario, reafirmándose como único e infalible.

Bajo este prisma es maniqueo aplicar al pasado franquista de España ese concepto bastardo, falso e ilegítimo, en el que la opresión o vejación franquista hubiera sido causada por un ente amorfo llamado España y unos actores denominados españoles. Es como si esa España y esos españoles fueran un tejido ajeno y externo a la propia realidad.

Esta visión falsa y venenosa, que pretende trasladar a las masas una percepción tendenciosa de la realidad de unos acontecimientos históricos en los que todos, absolutamente todos, fuimos víctimas y actores obligados, está siendo utilizada de manera grosera e impune por los sectores secesionistas de Cataluña y el País Vasco principalmente.

Esa España franquista que nos masacró en la dictadura es la que nos roba hoy y nos coarta.

Roberto Blanco Valdés, gallego, profesor y escritor, comenta, entre otras muchas cosas, en su obra "Los Rostros del Federalismo":

".....la existencia de partidos nacionalistas que reivindican sin tregua una reacomodación del modelo autonómico español, con la vista puesta en superarlo antes o después, caminando hacia el confederalismo primero, y hacia la independencia con posterioridad...."

Esto está pasando aquí y ahora. Se manipula y falsea de manera zafia la historia para crear una base sobre la que construir un edificio nuevo. No importa que ese edificio lo compongan escombros y materiales de derribo.

Así lo creo y así lo digo.