miércoles, 11 de diciembre de 2013

Azúcar


Ahhhh!!, el azúcar o los azúcares, ese producto o productos que nos endulzan la vida. Por cierto,  ¿es el azúcar o la azúcar?. Ni la Real Academia se pone de acuerdo. Pero no merece un chelín ponerse aquí a copiar lo que nos dice la "Tontopedia", ni siquiera acudir a un buen diccionario.

No, no, aquí se trata de dejar fluir una tormenta o lluvia de ideas, o como decíamos en mi etapa laboral, (¿te acuerdas Ignasi?); "brainstorming". ¡Cuanta carallada, que diría un amigo gallego!.

Agradezco al artículo aparecido en la primera página del Norte de Castilla de hoy mismo, el que me haya endulzado un poco la existencia. Llevaba días y semanas escribiendo en mi cuaderno posibles articulillos que no me pedía el cuerpo llevar al blog. Temas actuales y temas pasados, todos, unos y otros, inmersos en el sopor de la información pública que nos inunda y corrompe.

La noticia periodística, que destaca en la primera página y ocupa íntegramente la segunda y tercera, nos habla de que una empresa de Valladolid, Collosa, bien conocida en el mundo de la construcción, ha sacado al mercado un nuevo "fundente", (fundente, que viene de fundir, no hace falta acudir a ningún diccionario). Un fundente dulce, barato, eficaz y respetuoso con el medio natural: el azúcar.

Se acabó esa imagen de los operarios en nuestras calles y vías públicas repartiendo sal a diestro y siniestro para quitar el hielo. Azúcar, y sólo azúcar, y el hielo se funde en un instante y permanece mucho más tiempo impregnando el asfalto e impidiendo esa capa resbalosa y traicionera. Y, además, parece ser que nuestras carrocerías automovilísticas, neumáticos y demás componente sufrirán mucho menos la acción abrasiva de la sal.

En lo que respecta a Castilla y León, que ni tiene salinas, (la de Villafáfila hace tiempo que la tomaron al asalto los ansares y demás anátidas viajeras), ni tiene mar ni nada parecido; resulta que lo que sí tiene son inmensas superficies de remolacha azucarera, rebajadas drásticamente por Bruselas y sus cupos. Pues, se acabó la sequía. Los señores de Collosa van a comprar todo ese excedente azucarero que no se sabía muy bien en dónde meter. Fíjate que yo mismo voy a sembrar y plantar remolacha en el jardincillo de mi casa !!!

Y pensando, pensando, digo yo: si el azúcar tiene todas esas propiedades, por qué no usarlo en las relaciones Gobierno Oposición. O en las de la Oposición Oposición. Muy oportuno sería seguramente en las acciones de estatuar la salida de Cataluña y la de Ceuta y Melilla. ¿Y por qué no?, en las relaciones de pareja, en las de hijos padres y en las de las reuniones de las comunidades de vecinos, perverso invento que te puede sacar de quicio.

¡Oiga, pués qué quiere que le diga. Que de "putem morguem"!