Willy Toledo, el piquetero: "Eres un mierda; cierras o te vamos a dar" (le dijo airado al dueño amedrentado). "Imputado por un supuesto delito de resistencia y atentado al agente de la autoridad"
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Recuerdo que en los años setenta, concretamente el 20 de diciembre de 1973, fecha en la que Carrero Blanco falleció víctima de un atentado de Eta, vivía yo y trabajaba en Madrid. Allí, en la zona de Ascao, en la pensión de la señora Cándida, vivíamos algunos huéspedes de distinto pelaje y condición. Uno de ellos, paisano de mis tierras de León, al que llamábamos cariñosamente el "Guaje", era de la denominada "Poli Secreta", y compañero del famosísimo "Willy el Niño". Este "Willy el Niño", cuyo nombre real era, y tal vez es ya que podría perfectamente seguir vivo, Juan Antonio González Pacheco. En 1981, y siendo el Inspector "Willy el Niño" un importante mando de la lucha antiterrorista, fue fulminantemente separado de la misma y trasladado a la Comisaría General Judicial.
Aunque es un tema muy jugoso y que podría dar pie a un montón de anécdotas y análisis, como su salto a la fama cuando los secuestros de Oriol y Villaescusa, o el de "citado a declarar" en el sumario del "Caso Atocha". Tal vez, una inmejorable fuente de información podría ser la de la Revista Cambio 16 en su número de julio de 1979 y su titular de "Policía secreto más secreto de España".
Pero no van por aquí los tiros. A mis menguadas mentes llegó la noticia quijotesta y chirriante de ese otro "Willy", el Willy Toledo y los acontecimientos de la ultima Huelga General.
Un Willy cierrabares. Un matón barriobajero de extrarradios. Un chulo putas de poca monta. Un "gili" integral. Un amenazante bombero amenazador de dueños de bares con el lanzallamas de un extintor. Estos epítetos no son mios. Los puedes leer por ahí.
Curioso personaje este Willy. Y el caso es que dicen que es un buen actor. Incluso un director de teatro. Pero ante todo y sobre todo un activista político que al parecer pierde los nervios con gran facilidad.
Lo dicho.