Si uno se fija en los acontecimientos del pasado y los compara que el presente, o con el pasado presente, pudiera ser verdad ese dicho de que "la historia se repite".
Alguien dejó dicho que el siglo XIV fue el más cruel, el más nefasto de la historia de la Península Ibérica. En este negro siglo se dieron las tres mayores hecatombes: la peste, el hambre y la guerra. La unión de estos tres desastres diezmaron una población desnutrida, cambiaron las fronteras y los estados y permitieron que los poderosos se quedaran con todos los resortes y los bienes.
La lucha despiadada entre Pedro I (mal llamado el Cruel) y su hermanastro Enrique acabó en una sangrienta guerra civil. Esta guerra duró tres años, como nuestra reciente guerra civil. Curiosamente comenzó en un año que acababa en seis y terminó en otro cuya ultima cifra era el nueve, igual que nuestra guerra civil. En ambos bandos, de aquella y de ésta, intervinieron tropas de países extranjeros. Y para rematar la faena, la Iglesia, siempre tan oportuna, tomó en ambos casos partido por una de las facciones, acusando a la otra de anticlerical y atea.
Esta reflexión no es mía, es de los autores de El Justiciero Cruel, pero las ahijo en este acto.
Si miramos el campo económico y nuestra crisis podemos decir que ya hubo otras crisis, con suspensiones de pagos incluidas, en el pasado. Baste recordar el siglo XVI, cuando Felipe II, hipotecado hasta las cejas y heredando un imperio endeudado, se vio forzado a efectuar la llamada "suspensión de asientos". Y esto se repite del XVI al XIX al menos en once ocasiones.
Pero por más que fuerzo mi pobre memoria y mis exiguos conocimientos históricos no consigo encontrar una época, un tiempo, tan deleznable como el que nos toca vivir.
Adda: la inclusión de la imagen de la famosa "Dama del Armino" de Leonardo da Vinci nada tiene que ver con el post, o tal vez si.
¡Hombre Jerónimo…!, cuánta alegría me da poder volver a leer tu nuevo post. Nos has acostumbrado mal y ahora, cuando tardas un poco más de lo acostumbrado en hacerte nuevamente presente en tu blog, nos parece una eternidad. Ya sé que no te has tomado ninguna obligación al respecto y que lo haces cuando te apetece y te viene en gana, como debe ser, pero es así: Que te echamos de menos.
ResponderEliminarMe has dejado intrigado con la última frase: “La imagen del cuadro LA DAMA DEL ARMIÑO nada tiene que ver con el post, o tal vez sí”. Quiero pensar que podría ser que dicho cuadro pasara por ciertas vicisitudes desde su creación: Tuvo que ver con el retrato de la amante de cierto personaje muy poderoso y un tanto obscuro de la época, o tal vez con que fue robado, que yo sepa, en dos ocasiones (Revolución francesa y 2º guerra mundial), no lo sé, no sé descifrar el asunto, si es que existe “asunto”, a ver si alguien nos lo puede contar.
En lo que concierne a las distintas calamidades por las que ha pasado este país, creo que has hecho un buen ejercicio histórico pero estoy seguro de que, efectivamente, han habido épocas mucho peores, pero sí que estoy de acuerdo y te doy toda la razón en cuanto a lo “DELEZNABLE” que resulta la situación actual, Quizás antes no se supieran las cosas por “defecto de información” y nos robaban y se aprovechaban del pueblo llano de mil maneras diferentes, ahora las cosas terminan sabiéndose y ya sean por verdaderas o por falsas (que también puede ser) nos enteramos y nos producen tal desasosiego que ya no es eso que llaman “Alarma social”, es más bien “Acojono social”, que, entre unas cosas y otras, esto es un “Sinvivir”. Esperemos que pase la “Noche” y mañana, cuando salga el sol y de nuevo la sabia naturaleza nos amanezca, veamos las cosas de otra manera, seguro que mucho mejor.
Saludos.
Como usted sabe, don Gerónimo, el rey Pedro I perdió el trono, la vida e incluso la dinastía con su muerte a manos de su hermanastro, con la ayuda de aquel Bertrán Dugusclín que nos cuentan. Las perdió a pesar de habaer ganado batallas y luchas apoyado por el mejor ejército mercenario del momentos, que eran los ingleses con su revolucionario arco largo que destrozó la caballería pesada francesa en la gerra de los Cien Años.
ResponderEliminarTal vez sea bueno recordar que el rey ganó de manera muy clara la guerra contra los nobles y puso contra las cuerdas a la poderosa Aragón.
¿Qué pasó?. La historia no es clara. Los hechos son confusos y las crónicas interesadas. El mayor y mejor cronista fue López de Ayala y ésto, no lo olvidemos, se pasó al bando de Enrique. Su crónica nunca podría ser negativa frente a su protector.
Ha tocado usted un tema interesante.
Salud
Amigo Jerónimo: no es totalmenste deleznable una epoca en la que los asuntos de corrupción y de trapicheos al mas alto nivel, salen a la luz.
ResponderEliminarSon deleznables quienes los protagonizan, pero yo estoy muy agradecido al sistema que nos hemos dado y que me permite conocer si acaso un poco de las miserias de personajes que en otra época harian lo mismo pero estarían en un pedestal amparados por el Poder y que ahora aunque timidamente están o estarám rindiendo cuentas a la Justicia.
No será mucho consuelo pero es el inicio del camino.
pd: ¿alguien conservará las portadas de EL PAIS, ABC y LA RAZÖN de la época que comentais y en la que soy lego?. Me gustaría verlas. :))
salud y humor
xosé manoel blanco
¿A qué época se refiere usted para esas portadas de prensa?
ResponderEliminarLo digo porque el XIV nada tiene que ver con el XVI, aunque solamente el palote "I" haya cambiado de sitio.
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