Basílica de San Isidoro de León, también denominada Real Basílica de San Isidoro, un edificio en el que el románico nos transmite todo su esplendor.
No es cuestión de ponernos aquí a decir lo que ya dicen los libros y manuales de historia, solamente comentar que la actual Basílica inicialmente lo fue de manera mucho más pobretona y dedicada a San Pelayo. Eran los tiempos del rey leonés Sancho I el Craso, cuyas gorduras fueron tratadas en la Córdoba de Abderramán III, por mediación de su abuela la reina Toda de Pamplona.
Fue otro rey, Fernando I el Magno, (rey por su matrimonio con doña Sancha de León), que aunque nacido en Pamplona, fue conde de Castilla y nunca fue bien querido en León, ya que fue él quien se levantó en armas contra su cuñado el rey leonés Bermudo III, muriendo éste en extrañas y nunca bien explicadas circunstancias en la batalla de Tamarón. Don Fernando y Doña Sancha engrandecieron la Colegiata de San Isidoro y fueron depositarios del hoy famoso Cáliz de Doña Urraca, hija ésta de Fernando y Sancha.
Dos historiadores leoneses, con una reputación seria y solvente, (Margarita Torres Sevilla y José Miguel Ortega del Río), han descubierto en un trabajo de rastreo y no dirigido a este fin, en la universidad Al-Azhar del Cairo, (¿habrá sido un descubrimiento "al azar"?), unos pergaminos que llevan a pensar y afirmar, con un gran peso documental, que esta copa vendría a ser el Cáliz de la Ultima Cena de Jesús y sus Discípulos. Esa copa que el devenir de los siglos ha denominado el Santo Grial y que terminó en San Isidoro de León.
Seguramente habrá réplicas y contrarréplicas. Contestaciones y protestas. ¿Qué hacemos con el Cáliz de Valencia o con el del Cebreiro?. ¿Y el del Metropolitan de Nueva York?.
Entre tanto en León ya se está cambiando aquel eslogan de "Rincón por Rincón León", por "Rincón por Rincón León y Su Copón", (¡con perdón!).
Deberían haber avisado con tiempo al director Steven Spielberg para situar con rigor el lugar del Santo Grial en aquella España franquista, amiga de la Alemania Nazi, en un León dominado por las camisas azules y el recuerdo de la guerra civil. Hubiera sido un marco envidiable.
ResponderEliminarHombre… lo que no vamos a poner en duda es el trabajo realizado con segura lealtad por estos dos grandes investigadores: Margarita Torres y José Miguel Ortega, sin embargo ellos mismos han advertido que el Vaso en cuestión permaneció en Jerusalén hasta el siglo XI y parece ser que es en 1096, fecha de la primera cruzada, cuando se le echa de menos y se le da por desaparecido y, a todo esto, llevaba 41 años en poder del rey Fernando (1.055). Digo yo que para ser tan importante el asunto lo tenían poco controlado, ¿no.?
ResponderEliminarTambién habría que añadir lo que parece ser, según afirman ellos, el principal escollo, o sea una laguna de 400 años, porque el “Primer testimonio escrito sobre el destino de la ‘Copa del Señor’ es de esa fecha. La fuente más antigua conocida es el Breviarius A, una especie de guía de Jerusalén que describe la capilla del Santo Cristo y cómo está allí el Cáliz de Cristo”.
Sea como fuere, me quedo con el trabajo de investigación , con la valentía de dar luz a un tema como este, y por supuesto “EN LEÓN EL COPÓN”.
Saludos.
Caramba, qué pena. Con lo que a mí me gustaba "Indiana Jones y la Última Cruzada".
ResponderEliminarHa dado y seguirá dando mucho juego la localización de tan buscado icono del Cristianismo, peliculas incluidas. Seguramente se extravió por ahí y todo por no hacer la Santa Cena en algún lugar de Galicia, hay muchos y muy adecuados, sean de costa o tierra adentro. Solo habia que preguntar. Omito descripciones de lugares y viandas posibles ya que la audiencia de este blog si de algo entiende es de estos temas. La Santa Cena en Galicia garantizaría que nunca se iba a perder la copa de beber el vino.Buenos son mis paisanos para custodiar y garantizarse tener al alcance tan útil recipiente y poder seguir tomando de él por los siglos de los siglos. El Santo Patrón que llegó en su barca de piedra a Iria Flavia y ahora reposa en Santiago a lo mejor guarda el secreto del escondrijo y cualquier dia aparece en algun recóndito mesón de la Rúa do Vilar o da Rua Nova, tal vez en O Preguntoiro. Si apareció el Códice Calistino en el trastero del electricista...Parece que la factura de la copa no era ni mucho menos lujosa ni denotaba gran valor material, lo que lo haría pasar desapercibida y ser utilizada diariamente por cualquiera de los parroquianos sin levantar sospechas. (Nota: Esta es la teoría 16.514 en torno al Santo Grial. Una mas, tan válida como las otras).
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