sábado, 16 de junio de 2012

Gabo





Gabo, Gabriel José de la Concordia García Márquez, García Márquez para el grueso de los mortales. Nuestro escritor de referencia en lengua castellana. Uno de los mejores. Premio Nobel de Literatura en el año 1982.

Este errático blogero. Este vagabundo nómada en busca de la felicidad, nunca encontrada, ha leído alguna de sus numerosas obras. Su afamada novela, Cien Años de Soledad, ha sido mi compañera en mis vigilantes horas de insomnio. También en mis alegrías y mis sinsabores.

La noticia está en la calle. Gabo, después de superar un cáncer, resulta que se va muriendo poco a poco de otro azote. El túnel tenebroso del alzhéimer se lo está llevando poco a poco.

La cosa es especialmente cruel y despiadada. Gabo ya no es capaz de recordar nada. Su ultimo gran proyecto quedará irremediablemente inconcluso. La Trilogía de sus Memorias, de la que solamente ha visto la luz uno de sus volúmenes, quedará truncada irremediablemente. 

La frase aplicada a esta ultima obra: "La vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda para contarla", quedará como una inscripción lapidaria. Un eco en el vacío. Un grito en esos "Cien años de Soledad".

Nunca nada volverá a ser lo mismo, Gabo.

4 comentarios:

  1. No sé si tenía como quince años (quizá menos) cuando me leí "Cien años de soledad" y me fascinó. No se parecía a nada de lo que yo hubiera leído antes, a pesar de que ya me había metido entre pecho y espalda "La Ilíada" a los doce o "Hamlet" un poco después. Casi lo mismo que leen hoy los chavales de esas edades, ¿verdad?.
    El universo de García Márquez me pareció fascinante. Nunca sabías si lo que contaba era verdad o mentira, si Macondo había existido alguna vez, con su saga de Amarantas Marías, o si todo era un sueño, sólo un sueño. Era todo tan irreal...y a la vez con un lenguaje tan atrayente, tan pasional...Hasta que encontré a Ulises, de Joyce, surrealista como pocos, o Proust y esa obra pesadísima e imposible de leer a no ser que tengas una paciencia infinita "En busca del tiempo perdido" (yo lo dejé en el volumen cuatro, y reconozco que me gustaba mucho a pesar de su pesadez) o una novela que ni siquiera sé si conservo, "Santuario" de William Faulkner. Estas obras son el recuerdo de mi adolescencia y juventud, y en ese recuerdo, a veces difuso y perdido, siempre habrá un lugar de excepción, un pequeño altar dedicado a "Cien años de soledad",esa novela tan desbordante de imaginación y que tanto me distrajo y me hizo soñar en el erial perdido de mi adolescencia y juventud.

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  2. La falta de memoria es la muerte en vida. El alzhéimer es la enfermedad de los tiempos modernos, una lacra con la que, en caso de llegar a ser longevo, tienes muchas papeletas para que te toque. A uno le duele lo de este gran escritor, acostumbrado a disfrutar de sus regalos literarios.

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  3. Claro que es una pena pero este payo ya cumplió los 85 y no es de extrañasr que su vida y su genio se vaya apagando, si bien se sabe poco lo que de verdad le ocurre por el cerco de silencio o respeto impuesto por su familia.

    Disfrutemos con su legado que es mucho y muy bueno.

    En el fondo los grandes escritores son unos privilegiados ya que de muchisimos de ellos su nombre siguer vivo entre nosotros imnunes al paso de los siglos.

    Siguen vivos por que se les recuerda y si se hace caso a que la muerte verdadera es el olvido.


    xmbs

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  4. Tengo la suerte de poseer un ejemplar bellísimo de Editorial Sudamericana, de mi padre. Una reliquia que para mi tiene un doble valor. Me refiero claro está a CIEN AÑOS DE SOLEDAD.

    Ahora estoy leyendo o releyendo EL AMOR EN TIEMPOS DE COLERA. No hace mas de tres años que me regalaron EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA.

    En fin, G. Márquez es un escritor que me gusta y del que tengo pensado ampliar la lectura de sus libros. La noche da mucho de si y la lectura es una de las mejores compañías.

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