domingo, 17 de abril de 2011

Homeless


    

    

    "Homeless", los pobres de solemnidad del XXI. "Homeless", una palabreja inglesa que suena bien. No es lo mismo decir "homeless" que decir los "sin hogar", los "sin vivienda", los "apátridas", los "desalojados" o las "personas que viven en la calle y no tienen techo, comida ni ingresos".

    

    A mi, la intentona del Alcalde Gallardón de quitar a los mendigos, a los sin techo, a los "homeless" de las calles de la Villa y Corte, me suena a un arrebato profiláctico nazista. La historia nos enseña que Hitler y sus secuaces limpiaron las calles y los pueblos de mendigos, judios, gitanos, tullidos e indigentes. Se empieza por los "homeless" y se acaba por una "limpieza étnica" descafeinada, sin sangre.

    

    Si, ya lo sé, que la vista de la ciudad pierde brillo y esplendor con la vista de esos andrajosos y harapientos. Es conveniente limpiar el paisaje aunque ello conlleve alejar al paisanaje. ¡ Fuera "homeless" !. Unos buenos albergues, a las afueras, es la solución.

    

    En el ya lejano 1981 el alcalde de Nueva York, Edward Koch, nombró Director de los Servicios Psiquiátricos de la Red Hospitalaria Pública a un español, Luis Rojas Marcos. Éste, un reputado, joven y premiado psiquiatra, creó el "Proyect HELP". El "Homeless Emergency Liaison Proyect". Lo que, en principio, era el primer servicio médico móvil de la mega-urbe, pronto pasó a ser utilizado como un servicio selectivo y eficaz de enjaular a los desarrapados y deficientes en locales apartados de la vista del ciudadano y del turista.

    

    Tengo pensado presentarme a presidente de la FANTSA, la Federación de Asociaciones Nacionales que Trabajan con Personas Sin Hogar. Me presentaré, con pocas posibilidades de salir elegido, pero con ello descargaré mi mala conciencia de ciudadano indolente y acomodaticio.

Escrito por jeronimocarrera el 16/04/2011 17:58 | Comentarios (2)

Comentarios

Vivo en esta ciudad comida por las obras interminables y por las aficiones de su alcalde al hormigón y al cemento. Tampoco yo estoy de acuerdo con esa pretensión de limpieza de sangre. Madrid está imposible, lleno de homeless y de pedigueños, pero esto no le da ningun derecho a don Alberto para convertirse en el Inquisidor General del reino.

Escrito por Noctámbulo 17/04/2011 05:20

Ah... Jeronimo. Pobres de solemnidad los ha habido en toda la historia. Se hace dificil desbrozar de esa colección al que la vida ha abatido y no tiene más recursos, del espabiladillo o del explotado. He presenciado casos de robos o hurtos con la cobertura del vestir harapiento, si si, en plena Gran via madrileña o en las Ramblas. Tema nada facil y sujeto a opiniones sensibles. Recuerdo una noche en Madrid que hacía un frio de cojones y yo iba andando hacia una cena de Navidad, animado por la perspectiva de pasar una horas agradables con algunos compañeros, cuando al pasar por la C/. Serrano me tropece con un hombre que estaba intentando acomodarse con unos cuantos cartones. Senti pena por él y un pichazo que me llevo a darle dinero para que intentase pasar aquella noche en una pensión. Al hombre se le iluminó la cara y se deshizo en agradecimientos. No se en que utilizaría ese dinero, aunque a mi me produjo el efecto que tu señalas de "lavar conciencias". Lo que si se es que esa fué solo una solución puntual y a lo mejor ni eso. Tampoco es una solución dejar que sigan organizando su parapeto en los cajeros o en el quicio de las puertas. No me siento capaz de decir como debería de organiizarse una solución para esto, más alla de recomendar solidaridad.

Escrito por jordi nounou 24/04/2011 11:34

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