Primero se hizo la palabra y después.......
Este mundo de las comunicaciones cambia y se transforma a gran velocidad. No hace tanto que la manera de comunicarse estaba en forma manuscrita. Un papel, una pluma o un bolígrafo y a COMUNICAR en Presente, (yo comunico y tú comunicas).
Pero de este Presente hemos pasado a un Imperfecto. Es decir, de un yo comunico a un yo comunicaba; referido siempre a ese modo escrito.
Y de ese Indicativo Presente Perfecto, yo he comunicado, casi sin querer hemos llegado a este Indicativo Pretérito Anterior, yo hube comunicado, e incluso al Pluscuamperfecto, yo hubiera o hubiese comunicado.
Es un problema para mi. En mi mundo laboral, perdido ya en la niebla del olvido, siempre me gané la vida comunicando que es Gerundio. Venta de libros, de terrenos, de seguros y, muy al principio, de ideales. Esto ultimo es totalmente cierto, aunque parezca una rareza.
Siguiendo cronológicamente con el relato, de ese comunicar manuscrito, fui pasando a un comunicar mecanográfico, y luego al "discográfico", referido, claro está, al ordenador y su disco duro. No olvido el teléfono que estaba y sigue estando, pero ésta es otra cuestión. El teléfono móvil inteligente parece ser la herramienta adecuada.
Y en ésto "llegó el comandante y mandó parar", como dice la canción. La aparición e irrupción de internet lo trastocó todo. Fuera papel, fuera pluma y bolígrafo, fuera máquina de escribir y fuera ordenador, a no ser que éste se convierta en un portátil y aún así con pérdida de protagonismo.
¿Y ahora mismo QUÉ?. Pues esa red, esa autopista digital, ese nuevo modo de comunicar y comunicarse, se han ido diluyendo y transformando. Lo que fueron (ya casi es historia) la web, el cuaderno de bitácora, el blog (como en este caso), han sido humillados y vencidos vergonzosamente por estos otros retoños díscolos: Wassap, Facebook, Twiter, etc... ¿Qué vendrá después, que es como decir en cinco minutos?. Hay gente que habla de la robótica...
Por supuesto que para mi la comunicación verbal, mirando a los ojos del otro u otra, es lo que más me gusta. Es lo que procuro no perder, aunque reconozco que no todos piensan y actúan igual. Quedar con la otra persona. Tener una charla apacible. Escuchar más que hablar. Mirar y ver. Interiorizar. Transmitir. Todo ésto sigue siendo para mi casi una necesidad.