domingo, 25 de noviembre de 2007

Mientras cae la tarde


Mientras cae la tarde,  con un cielo plomizo, embozado en su parka sintética el caminante va dejando atrás los árboles semidesnudos y el suelo restallante cobierto de hojas grises. El otoño, en su viaje imparable, se va apropiando de los horas de luz y de los colores de un paisaje cambiante y lleno de matices.

La voz del poeta resuena en el alma lánguida del viandante presuroso, que no sabe muy bien si huye del frio reinante o de su soledad interior:

"Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-La tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón."

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir;
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada."

(de Antonio Machado ) 
¡ Quién fuera cigueña para cambiar de clima y de entorno en el momento propicio y deseado !. ¡ Quién fuera nube para viajar errática empujada por el viento y la esquivez !. ¡ Quién fuera lágrima para resbalar tímida e introvertida por el marfil de tu mejilla !. ¡ Quién fuera mano temblorosa para hurgar temerosa en tu cálida intimidad !. ¡ Quién fuera boca para sentir el hálito de tu respiración !. ¡ Quién fuera aquel que recibe tus caricias y tu atención !.

Yo solo soy aquel que camina apegado a su aflicción, a su tristeza y a su tribulación. Yo solo soy ese que recuerda y mortifica sus remembranzas hijas de un pasado y fruto de una feliz intersección.

Me gusta recordar y no huyo de un pasado que convive con un presente tranquilo, amable y complaciente. El poeta vuelve a sonar en la mente y en el alma con su cantar:

"Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse"...

Comentarios

Descubrí hace tiempo tu blog por casualidad y me he leído todos los apuntes y comentarios.
Lástima que no puedas o quieras destinar mas tiempo a escribir. Tines dotes y sensibilidad. El párrafo de "¡quien fuera..." es tierno y te hace vibrar.
Yo también te digo, ¡ quién pudiera escribir con tu finura y sentimiento !.
Un besito

"LA TARDE"
La tarde ya está cayendo...
Y el viento:
mueve que mueve el romero.
¡El viento!
-¡Ay, qué grande es
todo el cielo sin viento!
La noche ya está viniendo...
Y el viento:
mueve que mueve el romero.
¡El viento!
-¡Ay, cómo luce
el lucero sin viento!
La noche ya entró en el campo...
(Qué despacio
va el agua del río,
qué despacio...)
Y el viento
mueve que mueve el romero.
¡El viento!
(Emilio Prados)

TARDE OTOÑAL
Mi espiritu triste está.
por tristezas y alegrias
y un tormento en mis pesares,
que me hace las penas sentír.

¿señor por qué será?

Creí nacer para vivír
y ser muy feliz aquí,
pero en mi algo descubrí
que me hace las penas sentír....

poesía de la época del Instituto.

De flor


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