Esta mañana, en una visita a la vieja y lejana oficina, (terminé el día 31 de diciembre y me parece que fue hace un año), me preguntaron. ¿ qué tal Jerónimo ?. Y la respuesta me salió sola, sin pensarla: " De puta madre, oye,...!. Estoy ante un nuevo menú con nuevos sabores, olores y texturas y lo mejor de todo es que me está gustando".
Es verdad. Son pocos días pero no he sentido el vacio del protagonismo laboral para nada. Me levanto a eso de las 9. Una ducha y un buen desayuno, cosa que antes hacía con prisas. Y a continuación la jornada la está ocupando la necesidad puntual, la chapuza pendiente. Tres puertas que cerraban mal ya están arregladas. Solamente fue necesario sacar las cerraduras, ajustarlas un poco, aceitarlas y... como nuevas. Ese cuadro que no sabía muy bien en dónde ubicarlo. Ordenar el armario, (las corbatas ya no son las grandes protagonistas). Ir a comprar el pan fresco, un poco de fruta en la tienda del barrio que apenas conozco, la prensa en el quiosco y ese martini rojo a las 12,30 en el Unamuno con una cazuelita de garbanzos calentitos y humeantes con callos. Caramba, cuantas cosas y que divertidas !
Tengo pendiente una visita al rectorado del la Universidad y ver posibilidades para los mayores, (ya sabéis que estoy interesado en Historia Medieval).
De vez en cuando voy probando un coche. Esta tarde me di un garbeo en un Mecedes 320 automático. Fué muy interesante, se me escapaba el pié izquierdo buscando un embrague que no existía.
En fín, Pilarín, que la cosa no es tan complicada!. Me siento y lleno de buenas vibraciones. ¿ Alguien necesita ayuda ?.............
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